La ministra de Sanidad, Mónica García, y los decanos de las facultades de Medicina de las universidades públicas se han reunido para abordar los problemas del sector desde el prisma de las instituciones académicas. Una de las principales lacras es la escasez de profesionales en España. El departamento gubernamental apuesta por elevar el número de plazas para estudiantes de los dos primeros cursos del grado. Una solución que genera dudas a la Conferencia Nacional de Decanos, que aboga por otro tipo de medidas para paliar la reducción de las plantillas y emplear la financiación estatal. 

Los principales representantes del grado en Medicina del sistema educativo público consideran que incrementar las vacantes formativas no ayudará a solucionar esta problemática en este mismo momento. Además, creará un exceso de titulados que el Sistema Nacional de Salud (SNS) no podrá absorber. “Vamos a formar a estudiantes para que empiecen a trabajar dentro de 12 años y según apuntan los estudios en una década sobrarán profesionales“, han destacado los Decanos

La subvención otorgada por el Ministerio de Sanidad para el aumento de plazas en el presente año académico estuvo destinada a un máximo de 1.548 plazas en universidades públicas, de las que 922 corresponden al primer curso, incrementadas dentro del límite máximo del 15 por ciento por cada universidad. Las restantes 626 son para el segundo curso, correspondientes a la subida realizada en el periodo 2023/2024. Una financiación a la que pueden acceder las universidades capacitadas para hacer frente a dicha escalada del volumen de alumnos. 

La aportación ministerial cubre los gastos asociados a las plazas adicionales, incluidos los de personal y bienes y servicios. Un impulso económico que las universidades pueden emplear en la mejora de sus infraestructuras. “Se hacen nuevas aulas, laboratorios, salas de simulación…Tanto para los nuevos estudiantes como para los actuales y futuros. En ese sentido, es positivo, ya que las facultades de Medicina estamos necesitan ese aporte.

El Ministerio de Sanidad y la Conferencia Nacional de Decanos sí que concuerdan en un aspecto:  la necesidad de cooperación con las Comunidades Autónomas. García ha señalado que son ellas las que cuentan con la competencia directa en materia de financiación, por lo que deben ser ellas las encargadas de aprobar medidas que garanticen la continuidad de las plazas creadas en las facultades de Medicina.

Por su parte, los representantes de las instituciones académicas han destacado que los organismos autonómicos deben de trabajar para mejorar las condiciones laborales de las especialidades que no cubren plazas durante el proceso de adjudicación vacantes MIR. Para los decanos, la respuesta a la falta de médicos está en ese punto. “La respuesta no está en tener más estudiantes, sino en incentivar las disciplinas en las que faltan médicos para que sean escogidas”

Los decanos de las facultades de Medicina de la universidad pública se han presentado ante García con unanimidad de criterio, pese a las diferencias regionales claras que existen entre todas ellas. Más allá de su negativa a continuar con el aumento de plazas, la mayoría de decanos no entienden que crezca el número de universidades privadas con el grado en España. 

En total, 13 entidades privadas cuentan con estudios facultativos. Una cifra que podría engrosarse en los próximos años, lo que aumentaría el número de estudiantes y la competitividad con los centros públicos por las plazas de prácticas hospitalarias y en ambulatorios. “Habría que limitar las licencias de universidades privadas y mejorar la financiación de las públicas, para que puedan manejar más recursos”, han apuntado los Decanos. 

Este podría ser uno de los temas a tratar en la próxima reunión de la Conferencia Nacional de Decanos, planeada para el mes de noviembre en Bilbao. Un encuentro al que intentará asistir también la ministra de Sanidad.