El pasado 29 de enero Alejandro Claudio Oliva se examinaba en el Aula 1 de nuestra Facultad del Examen MIR 2022, junto con otras 12.000 personas más en toda España. El resultado no pudo ser mejor; la posición 10.

Hablamos con Alejandro y nos responde a unas preguntas:

¿Qué te pareció el examen?

Me pareció un simulacro más de los muchos que hicimos durante la preparación. Y como tal, la sensación al terminarlo se podría decir que es extraña. No puedes asegurar si ha salido bien o mal, simplemente está hecho y confías en que vas a obtener más o menos los mismos resultados que en los simulacros. Es cierto que este año se ha visto un aumento llamativo de preguntas pertenecientes a asignaturas a las que no se le dedica tanto tiempo durante la preparación MIR y este hecho nos supuso cierto desconcierto a todos, pero con los conocimientos adquiridos durante la carrera y el estudio que organizan las academias se podían defender. Eso no quita que, por supuesto, siempre haya preguntas de elevada complejidad que ni con años de preparación se pueden responder con seguridad. Dicho esto y con perspectiva tras haber realizado el examen, pienso que vamos lo suficientemente preparados para lograr el resultado que esperamos, solo hay que confiar en todo el trabajo realizado, que es mucho, muchísimo.

¿Dónde lo hiciste?

Lo hice en el aula 1 de la Facultad, aula en la que he hecho prácticamente todos los exámenes del Grado. Y de veras, fue un subidón de confianza. Nunca he sido de ponerme nervioso el día de un examen, al contrario, pero este examen es diferente por lo que supone. Te juegas en cuatro horas y media años y años de preparación y sacrificios, por lo que los nervios hicieron acto de presencia. Sin embargo, al ver a los mismos compañeros con los que me he examinado durante 6 años, las mismas aulas, las mismas sillas y las mismas mesas, los nervios se disipan poco a poco y el tiempo pasa volando.

¿Cuál ha sido tu método para preparar el examen?

Me he preparado con la Academia CTO, en su modalidad online. Durante la semana estudiábamos el temario, que, para mí, es lo más importante, “machacar” el Manual de estudio, pues ha sido diseñado por expertos que llevan años estudiando el examen. También nos apoyábamos en preguntas de desgloses, evaluaciones y otras formas de aprendizaje interactivo, que son necesarias para consolidar conceptos. Y, finalmente, los sábados teníamos clase y simulacro. Una de las razones por las que escogí CTO fue precisamente por sus manuales. Me gusta mucho como están redactados, y además, los había trabajado ya durante la carrera para elaborar resúmenes y complementar la materia que nos daban los profesores.

Y en relación a “mi método” diría que lo más importante durante la preparación es ser muy constante, organizado y consciente de que hay que sacrificar muchísimo tiempo y muchos momentos de ocio que nadie quiere perderse. Para ello es importante rodearse de personas que te comprendan y hagan más fácil el camino, encontrando pequeños momentos en el día a día que ayuden a despejarse; en mi caso, preparar las comidas, ver series de TV y hacer deporte de forma regular (evidentemente, dedicándole menos tiempo a medida que se acerca la fecha del examen). Mi familia me ha ayudado muchísimo, comprendieron que un opositor MIR requiere espacio y que no siempre se está de buen humor, y hacían todo lo posible para no nos faltase de nada. Evidentemente, prepararme a diario con otra persona que estaba pasando por lo mismo y que encima es tu pareja ha sido una ventaja incalculable. Además, tenemos un círculo de compañeros y amigos magnífico con el que hablar y desahogarse, algo que considero esencial y que aconsejaría a todo opositor; no hay que considerar el MIR un tema tabú y cargar solo con el peso de la preparación.

¿Qué pensaste cuando supiste que eras el número 10?

Pues fue una alegría enorme, la verdad, sobre todo para mi familia, y en especial para mis padres, mi hermana y mi pareja, que también se presentó al MIR y, pese a sacar un “puestazo”, se alegró más por mi número que por el suyo. Durante toda la preparación me estimaban muy buenos resultados, e incluso mi entorno bromeaba con que iba a estar entre los 100 primeros seguro, pero hasta que no salen las listas oficiales y lo ves no te lo crees de verdad. No obstante, no deja de ser un número, un número que sólo sirve para ordenarnos de una forma que deja bastante que desear, por lo que para mí vale lo mismo el número 1 que el último, siempre y cuando te permita escoger una plaza que te haga feliz y te permita crecer como persona y profesional.

¿Cuáles son tus planes hasta que se adjudiquen las plazas?

Aun estoy disfrutando del merecido descanso, la verdad que no he parado desde el día del examen, pero en pocos días contactaré con diferentes profesionales y en diferentes servicios y me informaré sobre los mejores Hospitales para tratar de aclarar mis ideas ante tan importante decisión, sopesando pros y contras de ir a un sitio u otro.

¿Qué especialidad quieres elegir y por qué?

Es una pregunta difícil porque me gustan muchísimas especialidades, básicamente casi todas las médicas. Entre todas, siempre han sido dos las que más me han gustado: Cardiología y Medicina Interna. Ambas tienen en común un amplísimo componente clínico y un trato cercano con los pacientes, entre otros muchos aspectos que valoro. No obstante, no cierro la puerta a otras especialidades, como Dermatología, puesto que requiere conocer muchísimas y muy variadas patologías, saber llevar a cabo complejos diagnósticos diferenciales y tratar con todo tipo de personas, desde niños a ancianos, además de permitirme un trato integral del paciente. Así que, a día de hoy, no puedo asegurar por cual me decantaré.

Por último, ¿qué consejo le darías a tus compañeros que se enfrentarán al próximo Examen MIR?

Sin duda, confiar en la Academia que hayan elegido. Llevan muchos años preparando a futuros MIR y son los que mejor saben cómo hacerlo. Hay que ser muy constantes, trabajando a diario con el objetivo de cumplir el planning establecido en la medida de lo posible, pero sin frustrarse cuando no se consiga, ya que hay días, y no pocos, dónde hacerlo es una tarea prácticamente imposible.

También insistiría en los momentos de descanso. Como dijo una vez mi profesor de Medicina del Deporte, “contri más, no siempre es mejor”. Si no has conseguido cumplir lo que tenías que hacer ese día, no intentes recuperarlo en otro momento, créeme, va a ser difícil hacerlo. Además, hay que saber priorizar; si los profesores no dan importancia a un tema, no le dediques el mismo tiempo que al tema con el que pierden una clase entera.

Cada uno se conoce mejor que nadie y sabe cómo optimizar su tiempo, así que invitaría a hacerlo. Es difícil, porque piensas que si no sigues a rajatabla el calendario, estás fracasando como opositor. Pero no es así, doy fe, a veces hay que salirse un poco de la fila para encontrar el camino más fácil para uno mismo.